La Política Nacional de Riego 2024-2033 es el instrumento que orienta las acciones que darán respuesta a un problema repetitivo para productores agrícolas: la dependencia del ciclo estacional de lluvias.
La relevancia para el país recae en el aporte que la agricultura aporta anualmente al Producto Interno Bruto, que oscila entre el 9% y el 10%. Otro aspecto destacado, es que esta actividad proporciona empleo a casi un tercio (29.2%) del total de la población ocupada del país.
Es necesario producir más alimentos para cubrir las necesidades del crecimiento poblacional, que según proyecciones estadísticas, en el año 2032 Guatemala tendrá una población estimada de 22.6 millones de habitantes. Ello, sin contar los déficits de alimentación ya existentes, que se reflejan en los altos índices de inseguridad alimentaria y nutricional, así como en la desnutrición infantil.
Para reducir esta dependencia de las siembras con la época lluviosa, la Política propone mejorar la eficacia y eficiencia en el uso del agua superficial disponible, tanto de lluvia, como de ríos y lagos, así como de fuentes subterráneas.
De esta manera se busca incrementar la producción agrícola, mejorar la disponibilidad de alimentos y lograr mayor diversificación en la producción de alimentos.
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