Un horno de adobe, para usos múltiples, se construyó en el caserío Dos Cruces, Amatitlán, Guatemala, el cual beneficia a 25 familias integrantes del Centro de aprendizaje de Desarrollo Rural (CADER), así como a 125 personas de forma indirecta.

En el proceso, contaron con la orientación y apoyo de los técnicos de extensión rural, que inició con la selección del lugar en donde se construyó, el tamaño de acuerdo con las necesidades y uso, para luego proceder a la elaboración de los moldes de adobe para su construcción.

Esta es una acción que permite el fortalecimiento de capacidades de los beneficiarios relativas a la alimentación familiar y hacer negocios para la sostenibilidad del CADER.

En el proceso de construcción se contó con el trabajo constante de los miembros de la comunidad, lo cual también fortalece los grupos comunitarios, promueve el uso de recursos locales y orientar acerca de las oportunidades de emprendimiento.