La crianza de pollo de engorde es un proceso intensivo diseñado para maximizar el crecimiento rápido de las aves en un período de tiempo corto, generalmente entre 35 y 45 días. Este tipo de producción se realiza en granjas especializadas que proporcionan condiciones controladas en términos de temperatura, iluminación y alimentación. Los pollos son alimentados con dietas balanceadas ricas en proteínas y nutrientes que favorecen su desarrollo muscular y su conversión alimenticia eficiente, lo que permite obtener una carne de buena calidad.
El manejo sanitario es crucial para evitar enfermedades que puedan afectar su crecimiento y calidad. Se implementan programas de vacunación y medidas de bioseguridad estrictas para prevenir infecciones. Además, el ambiente debe ser limpio, con adecuada ventilación y control de humedad. Factores como el estrés o las malas condiciones pueden afectar la salud y el rendimiento de las aves. La combinación de tecnología, control ambiental y prácticas de manejo adecuadas es fundamental.
