La leche es una fuente rica en nutrientes esenciales que contribuyen al bienestar general del cuerpo. Proporciona proteínas de alta calidad que ayudan a reparar y construir tejidos, lo cual es especialmente beneficioso para el crecimiento en niños y para la recuperación muscular en adultos.
También es una gran fuente de calcio, necesaria para la salud de los huesos y los dientes, pero además contiene otras vitaminas y minerales, como vitamina D, vitamina B12 y potasio, que apoyan el sistema inmunológico y la función neuromuscular.
El consumo de leche se asocia con la prevención de diversas enfermedades. El calcio y la vitamina D en la leche pueden ayudar a reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas en personas mayores. Algunos estudios sugieren que incluir leche en la dieta puede disminuir la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares (JB/ea).