Los tablones en la agricultura se refieren a las parcelas o áreas rectangulares de terreno, que se preparan para el cultivo de diferentes plantas. Se crean mediante la nivelación y separación del suelo en franjas uniformes, facilitando la siembra, el riego y la recolección. Esta técnica es común en cultivos que requieren manejo intensivo, como el arroz, hortalizas y aquellos de bajo riego.
Los tablones suelen ser rectangulares o cuadrangulares, con un tamaño que varía según el tipo de cultivo y la topografía del terreno. Su ancho se define para facilitar el acceso del agricultor o de la maquinaria, por lo que pueden ser de unos pocos metros hasta decenas de estos. Suelen estar nivelados para asegurar un riego uniforme, puesto que es fundamental en cultivos como el arroz, donde se requiere mantener una corriente de agua constante.
Los tablones están separados por canales de riego o pequeños diques, llamados camellones o bordos, que ayudan a controlar el flujo de agua y a manejar el drenaje. La nivelación y separación permiten un riego más eficiente, reduciendo la pérdida de agua y asegurando que todas las plantas reciban suficiente humedad.
La forma ordenada permite la siembra en hileras, lo que facilita el trabajo manual o el uso de maquinaria agrícola, con un mejor aprovechamiento del espacio de cultivo y facilita la rotación de cultivos.
El uso de tablones en la agricultura es una práctica eficiente para mejorar el manejo del agua y aumentar la productividad, especialmente en cultivos intensivos y en terrenos que requieren un riego controlado (JG/ea).
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