Este es un fertilizante elaborado mediante un proceso de fermentación acelerada de residuos orgánicos, utilizando microorganismos benéficos. Es una técnica tradicional japonesa que se ha adaptado en muchos países como una forma sostenible y eficiente de mejorar la fertilidad del suelo y la salud de los cultivos.
El abono bokashi se produce en un período corto, generalmente entre 7 y 15 días, ya que utiliza microorganismos que aceleran la fermentación de los materiales orgánicos como estiércol, restos vegetales, salvado de arroz, melaza y ceniza.
El proceso puede ocurrir con o sin oxígeno, dependiendo de la técnica utilizada. Es rico en nitrógeno, fósforo, potasio y microorganismos beneficiosos, fundamentales para la mejora del suelo. Además, es respetuoso con el medio ambiente, reduce la necesidad de fertilizantes químicos y promueve una agricultura más sostenible.
Materiales comunes para elaborar bokashi
• Base orgánica: estiércol de vaca, caballo, cerdo o aves.
• Material estructurante: salvado de arroz, aserrín o cáscaras de café.
• Fuente de microorganismos: suelo de bosque, compost maduro o un preparado de microorganismos eficientes.
• Azúcares: melaza, azúcar o miel para alimentar a los microorganismos.
• Minerales: ceniza, cal agrícola o roca fosfórica.
• Agua: para mantener la humedad óptima durante el proceso.
Al tener todos los materiales orgánicos se procede a combinarlos con los microorganismos en un área limpia. Se agrega agua con melaza hasta alcanzar una humedad del 40-50% (debe estar húmedo, pero sin gotear agua al apretarlo). El material se apila en montones pequeños, donde se fermenta entre 7 a 15 días, es importante monitorear la temperatura, que puede alcanzar entre 40-60 °C.
Diariamente se debe revolver para evitar un sobrecalentamiento y asegurar una fermentación homogénea. Una vez que el bokashi está listo, esto es cuando huele agradable, como a tierra fresca, se deja reposar antes de aplicarlo.
La aplicación es muy fácil, se mezcla con el suelo antes de la siembra, a razón de 2-4 libras por metro cuadrado. Se aplica alrededor de las plantas como un fertilizante de mantenimiento, cuidando de no colocarlo directamente en contacto con las raíces.
El abono bokashi es una herramienta valiosa para una agricultura sostenible, ya que permite mejorar la fertilidad del suelo, reducir costos y aprovechar residuos orgánicos. Su elaboración sencilla y rápida lo hace ideal para agricultores interesados en implementar prácticas amigables con el medio ambiente y garantizar la salud de sus cultivos (JG/ea).