La agricultura de precisión es un enfoque innovador que utiliza tecnologías avanzadas para optimizar las prácticas agrícolas, mejorar la productividad y minimizar el impacto ambiental. Se basa en el uso de datos y herramientas tecnológicas, lo cual permite tomar decisiones más informadas y precisas para la gestión de cultivos y recursos.

El monitoreo se basa en datos obtenidos con sensores en el suelo y cultivos para medir humedad, temperatura, pH y nutrientes. Las imágenes satelitales y drones permiten evaluar el estado de las plantaciones y hacer mapas detallados con los cuales se evalúa cada zona del terreno y la detección de la variabilidad espacial en el rendimiento de los cultivos.

La tecnología de GPS orienta la precisión de la maquinaria agrícola, como la aplicación localizada de insumos (fertilizantes, pesticidas, agua). Todo ello permite el procesamiento de grandes volúmenes de datos para identificar patrones y prever necesidades futuras. El uso de inteligencia artificial facilita la toma de decisiones más rápidas y eficientes (JG/ea).