Una etapa clave en la producción de frijol es el trillado, el cual se realiza después de la cosecha y consiste en separar los granos de las vainas secas. Este proceso cuando las plantas se han secado completamente en el campo o se han almacenado en un lugar adecuado.
El trillado puede hacerse de manera manual o mecánica. En el método manual, las plantas secas se colocan sobre una superficie dura, como una lona o piso de concreto, para golpearlas con palos y así liberar los granos. En el método mecánico se utilizan trilladoras que aceleran el proceso y mejoran la eficiencia, especialmente en grandes volúmenes de producción.
Después del trillado, es fundamental limpiar y seleccionar los granos para eliminar impurezas y obtener frijol de mejor calidad. El frijol trillado se almacena en condiciones controladas de humedad y ventilación para evitar el deterioro y conservar sus propiedades hasta su comercialización o consumo (JB/ea).