El cultivo de orquídeas requiere condiciones específicas de luz, humedad y temperatura. Estas plantas, que pertenecen a la familia Orchidaceae, suelen crecer mejor en ambientes con luz indirecta y una humedad elevada, entre el 60% y el 80%.

Dependiendo de la especie, necesitan temperaturas moderadas, generalmente entre los 18 °C y 25 °C. El sustrato es clave, ya que las orquídeas no suelen crecer en tierra, sino en mezclas aireadas que favorecen el drenaje, como corteza de pino o musgo sphagnum.

El riego debe ser moderado, evitando el exceso de agua que podría pudrir las raíces. Es esencial permitir que el sustrato se seque entre riegos. Además, es recomendable el uso de fertilizantes especiales para orquídeas, aplicados durante las épocas de crecimiento. Con el cuidado adecuado, las orquídeas pueden florecer anualmente, mostrando sus flores exóticas y llamativas por largos períodos.