El cultivo del coco en Guatemala se desarrolla principalmente en las regiones costeras del Pacífico y el Caribe, porque el clima cálido y húmedo favorece su crecimiento. La palma de coco, una planta tropical resistente, se adapta bien a suelos arenosos y salinos, lo que la convierte en una opción ideal para las zonas costeras.

Los cocoteros se cultivan tanto por medio de sistemas tradicionales, como en plantaciones organizadas. Su producción surte tanto el consumo local como la exportación de productos derivados, como aceite, agua de coco y fibra.

En Guatemala, el coco tiene una importancia económica y cultural significativa. Su aprovechamiento incluye usos culinarios, cosméticos y artesanales, destacando su versatilidad en diferentes industrias (JB/ea).