Guatemala es el único país de Centroamérica que posee estudios de suelos semidetallados, realizados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA). Estos permiten conocer características productivas de la tierra y saber que cultivos tendrán mejores resultados.
Con ellos se generó el mapa de capacidad de uso de la tierra, que determina los cultivos aptos por área. Además, se asegura la captura de carbono, esencial en la lucha contra el cambio climático. El suelo es proveedor de nutrientes, depósito de agua superficial y reserva de aire para el adecuado crecimiento de las plantas.
Con los estudios de suelos, se sientan las bases para el manejo de conservación de la tierra y el agua, se promueven medidas para realizar una agricultura climáticamente inteligente y aumentan las capacidades de resiliencia de los productores agrícolas ante el cambio climático.