El sistema de riego por aspersión es un método de irrigación en el que el agua se distribuye en forma de gotas, similar a la lluvia, mediante boquillas o aspersores que la esparcen por el aire. Esto permite un riego uniforme y controlado en áreas amplias, siendo ideal para cultivos extensivos y para terrenos con pendientes, puesto que no requiere nivelar el suelo.

Otra ventaja es que ayuda a reducir la erosión y puede ser automatizado. Por su tipo, puede adaptarse a diferentes tipos de suelo y condiciones climáticas, pues se puede regular la cantidad y frecuencia del riego según las necesidades del cultivo.

Una desventaja es que es más sensible a las pérdidas por evaporación y al viento, lo que puede hacer que el agua no alcance adecuadamente algunas zonas. También requiere de una alta inversión inicial en equipos y es necesario el mantenimiento constante para garantizar su efectividad y durabilidad (JB/ea).