La agricultura produce una amplia variedad de alimentos ricos en antioxidantes, los cuales son compuestos esenciales para combatir el estrés en el cuerpo y proteger contra enfermedades crónicas como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento prematuro.

Las frutas como los arándanos, fresas, moras y frambuesas, uvas, contienen antocianinas, quercetina, vitamina C, flavonoides, benefician y mejoran la salud cerebral, además de que reducen la inflamación y protegen el corazón.

Tenemos vegetales ricos en antioxidantes como la espinaca, brócoli, tomates, zanahorias y coles rizadas, que son ricas en luteína, zeaxantina, betacarotenos, sulforafano, vitamina C, betacarotenos y vitamina E, todos ellos benefician y mejoran la salud ocular, así como protegen contra el daño celular.

Los frijoles negros y rojos, la quinoa y la avena, contienen polifenoles, flavonoides y vitamina E. Estos reducen el colesterol y mejoran la salud intestinal, combaten la inflamación y mejoran el control del azúcar en la sangre.

Incorporar alimentos ricos en antioxidantes, provenientes de la agricultura, en la dieta no solo mejora la salud general, sino que también contribuye a la prevención de enfermedades. Además, el consumo de estos productos puede apoyar economías locales y promover prácticas agrícolas sostenibles (JG/ea).