El encalado de una casa es una técnica tradicional de revestimiento, que consiste en aplicar una mezcla de cal y agua sobre las paredes, tanto exteriores como interiores. Esta práctica, además de proteger las superficies, mejora de la impermeabilidad y la transpiración de las paredes, así como ofrece un acabado estético limpio y luminoso.

El encalado es un método sostenible, ya que la cal es un material natural y ecológico. Este procedimiento también tiene propiedades antibacterianas y fungicidas, lo que ayuda a prevenir la aparición de moho y bacterias en las paredes, mejorando el ambiente interior. Aunque hoy en día se utilizan otros materiales modernos, el encalado sigue siendo apreciado en construcciones rurales y en restauraciones de edificaciones antiguas.