Guatemala es el único país de Centroamérica que tiene estudios de suelos semidetallados y que fueron realizados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA). Estos sirven, entre otros usos, para conocer características productivas de la tierra y decidir que cultivar.
Con estos estudios se generó el mapa de capacidad de uso de la tierra, que determina los cultivos aptos por área. Esto, además asegura la captura de carbono, tan esencial en la lucha contra el cambio climático, informó Rafael López, director de la Dirección de Información Geográfica Estratégica y Gestión de Riesgos (DIGEGR).
“Es de gran importancia contar con estudios de esta índole, porque el suelo es proveedor de nutrientes, depósito de agua superficial y reserva de aire para el adecuado crecimiento de las plantas, expuso López.
Refirió que entre más conocimiento del suelo exista, así como de sus principales aplicaciones, la capacidad de uso de las tierras y la zonificación agropecuaria, mayor eficiencia habrá en las propuestas de desarrollo agrícola y rural promovidas por el MAGA.
Con el estudio de suelos, se sientan las bases para el manejo de conservación de la tierra y el agua, se promueven las medidas para realizar agricultura climáticamente inteligente y se aumentan las capacidades de resiliencia de los productores agrícolas ante el cambio climático y sus efectos en la agricultura local, nacional y mundial.
Para Guatemala, es muy satisfactorio contar con alianzas en el ámbito internacional, basadas en el Convenio Básico de Cooperación Técnica y Científica suscrito por los Gobiernos de Guatemala y Colombia, que ha dado sus frutos positivos a lo largo de los años.
Por ello, la estratégica alianza establecida entre el ministerio y el reconocido Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) del país sudamericano, es una muestra de estos positivos resultados.
Por todo ello, Guatemala se suma a la celebración del 5 de diciembre como el día mundial de suelos, establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2014.