En Guatemala existen más de 125 mil familias que dependen de la producción de café. En el primer trimestre de 2020 la llegada del COVID-19 preocupó al sector. Sin embargo, la producción y las exportaciones se han mantenido estables, según informes de la Asociación Nacional del Café (Anacafé).
La estimación 2019 – 2020 se mantiene entre 4.3 y 4.5 millones de quintales de café para exportación, lo cual es normal, comparado con el año pasado que se exportaron 4.46 millones de quintales equivalentes a USD 663.62 millones.
Pese a lo complicado de la pandemia, los productores han generado nuevas metodologías de trabajo, principalmente con quienes brindan su mano de obra en las diferentes fincas. Una nueva modalidad es el traslado directo del personal de sus comunidades a los lugares de trabajo, la implementación de las medidas de higiene necesarias y el distanciamiento laboral.
Los procesos de comercialización también han variado. Un ejemplo son las subastas internacionales en las que participa el café guatemalteco, que ahora se realizan mediante una modalidad virtual para colocar sus productos.
Según Ana Lucrecia Glaesel, coordinadora de mercadeo de Anacafé, las ventanas de oportunidades siguen abiertas, pero son diferentes. Por eso es importante brindar asistencia técnica a nuestros productores para que conozcan las nuevas metodologías y puedan incorporarse al mercado mundial con la calidad que solo el café de Guatemala puede brindar.