Los resultados del Protocolo de Investigación de Salmonelosis Aviar en la avicultura tecnificada, presentados este martes 8 de abril por el Programa Nacional de Sanidad Avícola (Prosa), del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (MAGA), indican que Guatemala puede para tipificar la Salmonelosis Aviar, lo cual fortalece sus capacidades para la inocuidad aviar.
Ello significa que se cuenta con el potencial de proteger el patrimonio avícola familiar y la avicultura tecnificada. Según la investigación, la investigación la avicultura de engorde se encuentra libre de salmonelosis (salmonella).
Esta persiste, pero muy bajo porcentaje, en reproductoras e incubadoras. Por ello, se fortalecen las medidas sanitarias como la bioseguridad, control de roedores e insectos, de calidad del agua y alimento, así como los monitoreos periódicos.
En la presentación, participaron Mayra Motta Padilla, viceministra de Sanidad Agropecuaria y Regulaciones; Gerber Morales, representante del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), sí como Óscar Gil Chew, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Avicultores (Anavi).
La viceministra Motta Padilla, respecto a los resultados de la investigación, indicó que esta «sin duda es un paso significativo en la protección de nuestra avicultura y el bienestar de la población, pues la salmonelosis es, dentro de las enfermedades bacterianas trasmitidos por los alimentos, una de las más comunes en el mundo».
«Gracias a esta investigación, desarrollada en explotaciones tecnificadas (reproductoras, ponedoras y engorde) del país, tenemos informaciones valiosas para tomar las decisiones informadas y efectivas», enfatizó la viceministra.
Las especies del género Salmonella son bacterias altamente contagiosas, las que son transmitidas, principalmente, por los alimentos. Es la segunda causa de enfermedades gastrointestinales.
El pueblo digno es primero, por ello el MAGA trabaja en facilitar servicios especializados para asegurar la producción de alimentos sanos e inocuos, como lo refiere el objetivo estratégico número cinco del plan “Una nueva siembra para el agro de Guatemala” (EJ/ea).