Por medio del Programa Nacional de Sanidad Avícola (PROSA), el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimenación (MAGA) realiza monitoreos constantes en granjas tecnificadas y con productores de aves de traspatio. El fin es verificar que la producción sea regular garantizando abastecimiento para el mercado nacional y estabilidad en los precios.
En la actualidad el 60% de la proteína animal que consumen los guatemaltecos proviene de la avicultura. Es por ello que se trabaja con protocolos y medidas de bioseguridad para resguardar cerca de 84 millones de aves; 56 millones en granjas tecnificadas y 28 millones en granjas de traspatio durante esta pandemia.
Este patrimonio avícola produce más de 227 millones de pollos al año. Una cifra que surte el mercado nacional y permite incluso exportar el producto a El Salvador.
Los precios de la carne de pollo y huevos se mantienen estables. Según el último monitoreo realizado por la Dirección de Planeamiento del MAGA al 22 de julio en los principales mercados del país, estos productos oscilan en Q11.00 la libra de pollo sin menudos y Q304.50 la caja de 360 unidades de huevo.
“Pese a la emergencia que atraviesa el país por el COVID-19, se mantiene la vigilancia epidemiológica en los 22 departamentos. Se han realizado jornadas de vacunación contra las enfermedades de Newcastle, Influenza Aviar H5N2 e Influenza Aviar H7N3”, según lo informado por Julio Cordón, director de PROSA.
Esto permite que las áreas que habían sido declaradas libres de estas enfermedades mantengan su estatus, mientras que las áreas de control y erradicación son atendidas con regularidad por el personal técnico. Esto con el fin de velar porque estas enfermedades letales para la avicultura guatemalteca no pongan en riesgo la seguridad alimentaria.
Dentro de las áreas libres de Influenza Aviar de Baja Patogenicidad H5N2, podemos mencionar a los departamentos de: Petén, Alta y Baja Verapaz, Chiquimula, Izabal, Jalapa, Jutiapa y Zacapa.
El MAGA al cumplir su función de velar por la sanidad e inocuidad de los productos avícolas, garantiza que los guatemaltecos pueden consumirlos con total tranquilidad. Además, al comprar localmente se beneficia la economía y por ende al productor.