La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es un problema complejo y creciente, una amenaza silenciosa que afecta la salud humana, pero también la salud animal, la agricultura y el medio ambiente.
En Guatemala existe un aumento en la prevalencia de la resistencia a los antibióticos, antivirales, antifúngicos y desparasitantes, circunstancia que pone en riesgo la efectividad de tratamientos esenciales, compromete la salud pública y amenaza el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El uso inadecuado de antimicrobianos es uno de los principales problemas, que incluye prácticas como la automedicación y la prescripción innecesaria de estos fármacos.
En el caso de la salud de animales terrestres o acuáticos, al igual que en los humanos, algunos tratamientos fracasan por la resistencia antimicrobiana y quedan indefensos frente a las infecciones. Esto afecta la producción avícola, acuícola y ganadera, con impacto en la seguridad alimentaria global.
La resistencia a los antimicrobianos es un desafío que requiere de un esfuerzo colectivo, involucrando a individuos, gobiernos y profesionales de la salud en los sectores humano, animal vegetal y ambiental.
Del 18 al 24 de noviembre tiene lugar la Semana Mundial de la Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos. En Guatemala será celebrada con el lema “Actuemos juntos contra las superbacterias”, con lo cual se hace un llamado para que la población se una a la lucha contra este creciente problema de la salud pública (EJ/ea).