Esta semana la temperatura se ha incrementado y el calor se ha dejado sentir en gran parte del país, situación que puede durar varios días y es importante tomar medidas de precaución, personales y en la agricultura.
Las altas temperaturas afectan la composición química de los cultivos, ya que alteran el sabor y textura de las plantas, pero lo más importante, aumenta la demanda de agua para riego.
Estas condiciones climáticas pueden causar un incremento de enfermedades y plagas en los cultivos. Por ello, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, por medio del Centro de Información Estratégica Agropecuaria, emite las siguientes prevenciones.
Riego
Se debe hacer de forma inteligente, es recomendable hacerlo por las mañanas, ya que en este momento del día la evapotranspiración del agua es menor y el suelo puede retener más humedad.
Fertilizantes
Las plantas estresadas no deben recibir fertilizantes, ya que no buscan nutrientes adicionales y todo ello puede disminuir su producción. Es mejor esperar a que las temperaturas bajen antes de fertilizarlas.
Deshidratación
Hay que estar atentos a los signos de deshidratación de las plantas, como el aparecimiento de manchas amarillas o rojizas en las hojas, que con el paso de los días pasan a color marrón.
El follaje, que solía ser de un verde brillante, puede parecer pálido cuando está bajo estrés y falta de agua. Las flores y hojas a menudo se caen o se vuelven amarillas. Si son plantas de flor, generalmente los capullos no se abren, aunque se hayan desarrollado.
Para realizar la mágica fotosíntesis, las plantas deben abrir los poros de sus hojas, lo que hace que el agua se evapore. En tiempos de sequía y calor intenso, las plantas deben equilibrar su sed con la necesidad de crear energía.
Si estas condiciones persisten y las plantas no pueden beber lo suficiente, ¡peligro! ¡Podríamos tener un desfile de plantas marchitas!