El fortalecimiento de la disponibilidad de alimentos y la economía familiar se logra con la instalación de Huertos Familiares y Huertos Comunales, lo cual impulsa la cartera de Agricultura por medio de la Dirección de Apoyo a la Producción Comunitaria de Alimentos.
Un Huerto Familiar se ubica en cualquier extensión de tierra, generalmente en el traspatio de los hogares, en el que se siembran, cultivan y cosechan hortalizas, vegetales, plantas nativas y medicinales, así como frutales.
La principal fuerza de trabajo es la mano de obra familiar; por lo regular el destino de la cosecha es para autoconsumo, con la posibilidad de poder vender una pequeña parte de la producción.
Un Huerto Comunal se ubica en un terreno que es un punto clave dentro de la comunidad. Se unen grupos de vecinos y vecinas para cultivar vegetales, y distintos tipos de plantas, por medio de técnicas y prácticas agrícolas.
La principal fuerza de trabajo sigue siendo la familiar y el fin principal es el autoconsumo, sin embargo, se destina una pequeña parte para la venta. En los Huertos Comunales también se puede implementar la producción pecuaria (aves, cabras, conejos, entre otros).