Una estrategia innovadora para optimizar la producción del cacao en Guatemala son los invernaderos, que resultan de gran beneficio en las regiones en donde las condiciones climáticas pueden ser desafiantes.
Estos invernaderos permiten controlar factores como la temperatura, la humedad y la exposición a plagas, lo que mejora la calidad y la productividad del cacao. Además, facilitan la propagación de plantas jóvenes y aseguran un crecimiento uniforme, contribuyendo a la sostenibilidad y competitividad.
En el país, el cacao tiene una profunda relevancia cultural y económica. Los invernaderos están ayudando a diversificar su cultivo. Los pequeños y medianos productores se benefician al poder cultivar variedades premium con menos riesgos. Esto les permite incrementar sus ingresos y les brinda acceso a mercados internacionales.
Además, estas estructuras promueven prácticas agrícolas sostenibles, como el uso eficiente de agua y nutrientes, adaptándose a los desafíos del cambio climático (JB/ea).
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