Como parte de las relaciones bilaterales y las agendas de cooperación internacional, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación junto a la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), realizaron el foro técnico: Desarrollo Rural Sostenible mediante el Enfoque de Mejoramiento de Vida (EMV), estrategia que busca fortalecer las capacidades del personal del Sistema Nacional de Extensión Rural (SNER), en su calidad de gestor y promotor del desarrollo rural.
Durante dos días, el taller abordará temas que contribuyan a la formación de los extensionistas, como buenas prácticas agrícolas, innovación, cambio social, cultural y personal, procesos de participación ciudadana, empoderamiento y estrategias que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las familias agricultoras en temas de salud, vivienda, seguridad alimentaria y economía familiar, entre otros.
Contenidos que junto a las experiencias de Japón y referencias de su desarrollo como sociedad y el mejoramiento continuo, gradual y ordenado de su población después de la Segunda Guerra Mundial buscan empoderar a las familias del área rural para adopten nuevas capacidades para el desarrollo de sus comunidades.
A partir del éxito en Japón, el EMV llega a Centroamérica en 2005 mediante un programa de becas dirigido a personal de extensión rural de toda la región. En el caso de Guatemala, a la fecha han sido becadas más de 3 mil personas de todo el país, quienes han implementado actividades de mejoramiento de vida en sus municipios y lugares de trabajo.
En este sentido, el EMV respalda el compromiso del Ministro Mario Méndez Montenegro para atender las necesidades del sector agropecuario nacional mediante la articulación de un SNER comprometido con el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, su seguridad alimentaria y desarrollo rural.
Actualmente existen 1 mil 302 extensionistas, quienes cuentan con un perfil idóneo para desempeñar sus funciones, al cumplir con requisitos como, poseer estudios en agronomía y residir en el municipio donde laboran. Estas personas atienden a 7 mil 116 Centros de Aprendizaje Para el Desarrollo Rural (CADER), cada uno compuesto por un promedio de 25 familias, lo cual beneficia a 167 mil 323 hogares del área rural.