El consumo de antioxidantes es beneficioso para la salud porque ayudan a proteger las células del cuerpo contra el daño causado por los cambios químicos que se producen en una célula. Este daño oxidativo está relacionado con el envejecimiento prematuro, enfermedades cardiovasculares, inflamación y ciertos tipos de cáncer.
Al consumir alimentos que contienen antioxidantes se tienen beneficios innumerables como favorecer el retraso del envejecimiento celular, mantener la piel saludable, reforzar el sistema inmunológico, prevenir las enfermedades cardiovasculares, reducir los riesgos de cáncer y de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Las fuentes naturales de antioxidantes son:
• Vitamina C: presente en cítricos, fresas, kiwi, pimientos y tomate.
• Vitamina E. que se encuentra en aguacates, frutos secos, semillas y aceites vegetales.
• Polifenoles: té verde, cacao, vino tinto, uvas, arándanos.
• Betacarotenos: zanahorias, calabaza, camote y espinaca.
• Selenio y zinc: mariscos, nueces de Brasil, carnes magras y legumbres.
Una dieta con pocos alimentos con antioxidantes pone en riesgo a la persona de padecer enfermedades crónicas y degenerativas, envejecimiento prematuro de la piel y órganos, un sistema inmunológico debilitado y estrés oxidativo en el cuerpo.
Consumir alimentos ricos en antioxidantes es clave para mantener una vida saludable. Una dieta equilibrada con frutas, verduras, frutos secos y cereales integrales garantiza una protección natural contra los radicales libres (JG/ea).