En el campo, las familias del área rural se enfrentan a una serie de problemas para sobrevivir y en algunos casos, para ser más productivas. La falta de oportunidades de acceder a conocimientos técnicos, recursos económicos para comprar sus insumos y semillas, así como la falta de infraestructura apropiada y acceso a mercados para poder vender el fruto de su esfuerzo y trabajo, hacen que las familias y comunidades se vean desmotivadas.
Sin embargo, esto no fue una dificultad para un grupo de mujeres de la Aldea Sábana Blanca, del municipio de San José La Arada en el oriental departamento de Chiquimula. Motivadas por encontrar una solución a la problemática de la comunidad, más de 80 mujeres, se organizaron en un Centro de Aprendizaje para el Desarrollo Rural, CADER, que impulsa el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, MAGA dentro del Programa de Agricultura Familiar, PAFFEC.
Linda, es una de las mujeres que se ha empoderado de los conocimientos que adquirió en las capacitaciones que los extensionistas de la Agencia Municipal de Extensión Rural han brindado. “nos preocupamos por que cada una de nosotras aprenda y entienda lo que nos enseñan. Somos muchas, pero cada una tiene su propia tarea y responsabilidad” indicó Linda.
Ella aprendió que el CADER, es un instrumento propio de las familias campesinas, para facilitarles una mayor interacción y comunicación al interno de los grupos comunitarios y su entorno. Su propósito es facilitar la construcción participativa de aprendizajes, a través del intercambio y apropiación de conocimientos modernos y ancestrales. Por eso es muy significativo el concepto de una promotora voluntaria del CADER “Sabana Blanca” “El CADER es nuestro lugar donde nos reunimos para practicar y aprender todas, damos lo poco que tenemos en tiempo y esfuerzo, pero lo hacemos porque hay personas que necesitan más que otras”.
El sentido de pertenencia e inclusión de cada persona en este Cader, resalta la importancia de “ser tomada en cuenta” por participar de una dinámica que se identifica con sus problemas y necesidades. Estas mujeres del departamento de Chiquimula, comprendieron el principio de “Aprender haciendo” que es la metodología por excelencia para la educación de adultos, principalmente aquellos que por diversas circunstancias no asistieron o recibieron muy poca educación primaria, y que lamentablemente, constituyen la mayoría de los habitantes del medio rural guatemalteco.
Es por ello que organizaron para cuidar “su pequeño huerto” como ellas le llaman. Unas llegar a realizar las labores de limpieza y riego por las mañanas y por las tardes, llegan otras, a ver los pilones de diferentes especies que ya tienen listos para ser ubicados a los diferentes sectores de su comunidad para hacer barreras vivas, debido a que los suelos de su comunidad son muy escabrosos.
El MAGA dentro del Programa de Agricultura Familiar, PAFFEC, con el apoyo de la Unión Europea, impulsa iniciativas encaminadas para fortalecer la agricultura familiar, en grupos organizados, liderados especialmente por mujeres, como bien lo ha demostrado este grupo de las 80 mujeres de Sábana Blanca.
Todas las participantes tienen algo que aportar y los conocimientos ancestrales de las mujeres más mayores y experiencias actuales son valoradas y bien recibidas por el resto del grupo. “La gente es muy valiosa y comprometida, pero lo que nos hace más fuerte es la unión entre todas”, concluyó Linda.