El Bono Campesino significa esperanza y un mejor futuro para quienes se dedican a la agricultura familiar, como lo experimentaran los y las pobladoras de la aldea Santa Cruz Quixayá, de San Lucas Tolimán, Sololá. En una visita efectuada el pasado cinco de diciembre, el presidente de la República, Bernardo Arévalo, junto al ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Maynor Estrada, anunciaron las primeras entregas de este bono, en la modalidad de Autoconsumo.
Alberta Sicán, una madre agricultora que enfrenta grandes desafíos, será una de las beneficiarias. Ella y su pequeña hija sufren de cáncer; su principal patrimonio son sus cosechas, pues no cuenta con nadie que le apoye, ya que perdió a su esposo hace años. Nunca perdió su fe, siempre decía: “Estoy en las manos de Dios”, ahora vislumbra un mejor futuro.
Alberta se dedica a la siembra de frijol, yuca y camote. Ahora, gracias al Bono Campesino, podrá contar con una bomba de aspersión, semillas de hortalizas y abono orgánico. Con estos insumos, a sus cultivos tradicionales podrá agregar la siembra de hortalizas, lo cual le permitirá mejorar su alimentación y generar ingresos adicionales al vender los excedentes de su cosecha.
“Nunca imaginé recibir esta ayuda. Espero que sigan apoyando a más personas como yo, que realmente lo necesitamos” expresó pues dichas semillas no solo representan un recurso para mejorar su calidad de vida, sino también una oportunidad para seguir luchando por su hija y su futuro.
El Bono Campesino es una iniciativa gratuita del Gobierno de Guatemala para apoyar a las familias agricultoras, especialmente a personas como Alberta, quienes dependen de trabajar la tierra con sus manos para obtener su sustento diario.
El Bono Campesino no solo garantiza alimentos para los hogares, sino que también impulsa la productividad de las tierras y contribuye a la reactivación de la economía local. (YL/ea).